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miércoles, 9 de diciembre de 2020

Sábado y domingo, las Gemínidas... por internet



Europa, texto y fotos Instituto de Astrofísica de Canarias / ciberpasquinero

Las noches del 12 y 13 de diciembre disfrutaremos del máximo de la lluvia de estrellas de las Gemínidas. El evento será retransmitido en directo, desde el Observatorio del Teide (Tenerife) y desde el Observatorio del Roque de los Muchachos (La Palma), a través del canal sky-live.tv, con la colaboración del proyecto Energy Efficiency Laboratories (EELabs), del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y el Programa de Divulgación Astronómica de SODEPAL y el Servicio de Innovación Cabildo Insular de La Palma.

A lo largo de la última década, las Gemínidas siempre han despedido el año superando los 100 meteoros por hora (ZHR, tasas horarias cenitales) y colocándose en el primer puesto del ranking anual de lluvias de estrellas, junto con las Perseidas y las Cuadrántidas. 

Como cada año, las Gemínidas mostrarán su pico de actividad a mediados de diciembre. Para el año 2020, la actividad de las Gemínidas se producirá entre el  4 y el 17 de diciembre. El máximo se espera a las 00:50 UT del 14 de diciembre. Las noches del 12 al 13 y del 13 al 14 de diciembre serán los mejores momentos para la observación de la lluvia de estrellas. 

Cómo observar las Gemínidas 2020  

Los meteoros parecen nacer -tienen su radiante- en la constelación de Géminis (los Gemelos), que se situará cerca de la conocida constelación de Orión. Este año la Luna nueva acompañará la observación, por lo que podremos disfrutar de esta lluvia de meteoros en toda su intensidad. Conviene fijar la mirada en una zona del cielo y mantenerla, al menos, durante unos minutos para poder "detectar" alguna Gemínida.  Debemos situarnos en un lugar oscuro -libre de la contaminación lumínica producida por las ciudades- y de horizontes despejados. Se recomienda tumbarse en el suelo y llevar ropa de abrigo. Y lo más importante: hay que tener paciencia.

Las Gemínidas es una lluvia que puede observarse desde ambos hemisferios. A pesar de que desde el hemisferio norte la actividad será mayor que desde el sur -debido a que el radiante estará a mayor altura sobre el horizonte- desde los cielos australes también se observará una gran cantidad de meteoros.

Una lluvia de estrellas eclipsada

Si bien en el hemisferio Norte miraremos al cielo durante la madrugada del 14 para ver esta espectacular lluvia de estrellas, una estrecha franja de los territorios de Chile y Argentina tienen otro motivo para alzar la vista ese día. Y es que, durante aproximadamente 2 minutos, podrán ver un eclipse total de Sol (toda la información en https://eclipse.gsfc.nasa.gov/SEgoogle/SEgoogle2001/SE2020Dec14Tgoogle.html ).

Superconjunción de Júpiter y Saturno

A lo largo de los últimos meses, Júpiter y Saturno se han ido acercado poco a poco en el cielo, pero será este mes cuando alcancen la distancia mínima entre ellos, el 21 de diciembre, concretamente. "La distancia aparente entre Júpiter y Saturno llegará a ser tan pequeña como 1/10 de grado, o lo que es lo mismo, 6 minutos de arco, 1/5 del diámetro promedio del Sol o la Luna", explica Alfred Rosenberg, astrofísico divulgador del IAC. Y añade: "De hecho, su distancia será tan pequeña, que podrán ser observados al mismo tiempo a través de un telescopio, distinguiendo las bandas de Júpiter, los anillos de Saturno y algunos de sus satélites. La distancia real entre ambos planetas será, no obstante, aproximadamente, cinco veces mayor que la distancia de la Tierra al Sol".

Es fácil disfrutar de este evento a simple vista, prestando atención al cielo cada día tras la puesta de Sol, ya que en pocas horas desaparecerán, aproximadamente, por el mismo lugar en el horizonte que por donde lo ha hecho nuestra estrella.

Con el fin de facilitar y canalizar las actividades con motivo de este evento, la Federación de Asociaciones Astronómicas de España, en colaboración con Europlanet Society - Spain & Portugal regional Hub, la Sociedad Española de Astronomía, Astronomers Without Borders, The IAU Office for Astronomy Outreach y la Unión Astronómica Internacional (IAU), recoge en su web algunos de los observatorios, astrónomos amateurs y universidades que se han organizado para ofrecer medios, realizar actuaciones, incluida la divulgación, y fomentar la participación en la observación de este "Encuentro de gigantes".

Hijas de un asteroide

Las llamadas "estrellas fugaces" son en realidad pequeñas partículas de polvo de distintos tamaños (entre fracciones de milímetros hasta centímetros de diámetro) que van dejando los cometas -o asteroides- a lo largo de sus órbitas alrededor del Sol, debido al "deshielo" producido por el calor solar. La nube de partículas resultante (llamados meteoroides) se dispersa por la órbita del cometa y es atravesada cada año por la Tierra en su órbita alrededor del Sol. Durante este encuentro, los meteoroides se calientan, principalmente por rozamiento al entrar a gran velocidad en la atmósfera terrestre, vaporizándose parcial o completamente, creando los conocidos trazos luminosos o "estrellas fugaces" que reciben el nombre científico de meteoros. Aquellos meteoros de mayor tamaño y que sobrevivan al rozamiento atmosférico podrían impactar con la superficie terrestre convirtiéndose en meteoritos.

Normalmente, los progenitores de las lluvias de estrellas son cometas, pero en el caso de las Gemínidas no. Un pequeño cuerpo celeste -el asteroide (3200) Faetón- es el presunto progenitor de las Gemínidas desde 1983, siendo un misterio para los astrónomos. El equipo dirigido por Dave Jewitt (UCLA), ayudado por las sondas STEREO, de NASA - nuestros ojos en el Sol para "cazar" asteroides y cometas en su aproximación a la estrella- se dio cuenta, en 2010, que Faetón experimentaba un aumento de intensidad en su brillo. Se trataba de algo nuevo que dieron en llamar "cometa rocoso" ¿Un híbrido entre asteroide y cometa? En síntesis, es un curioso asteroide que se acerca tanto al Sol -lo hace cada 1.4 años, de manera similar a como lo haría un cometa- que el calor emitido por nuestra estrella "quema" los residuos de polvo que cubren la superficie rocosa y forma así una especie de "cola de grava". Javier Licandro (IAC) comenta: "(3200) Faetón, con 4 o 5 km de diámetro, es un destructor total. Si chocara con la Tierra, produciría una catástrofe a nivel global que acabaría con especies, incluida probablemente la nuestra. Aun así, Faetón es un riesgo menor en la lista de los cuerpos potencialmente peligrosos. No obstante, tenemos que controlarlo porque las órbitas de estos pequeños asteroides que pasan tan cerca de la Tierra están afectadas por muchos efectos que pueden hacer que, en un futuro, la órbita pudiera derivar en una órbita de colisión"


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