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viernes, 20 de julio de 2018

Eclipse total de luna en África y Europa

España / ciberpasquinero
Después de más de dos años sin eclipses totales de Luna visibles desde Europa, el próximo día 27 de julio la Luna volverá a cruzar la sombra de la Tierra.Con una totalidad de 102 minutos, será el eclipse lunar más largo del siglo XXI.El fenómeno se retransmitirá en directo desde Namibia, a través del canal sky-live.tv con la colaboración del proyecto europeo STARS4ALL y del Observatorio de altas energías HESS, y desde el Museo de la Ciencia y el Cosmos, a través del canal de Facebook de Museos de Tenerife.Estas dos actividades cuentan con la participación del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC).

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Los eclipses lunares ocurren cuando nuestro satélite pasa por la sombra de la Tierra. 
Esto no sucede todos los meses, porque la órbita de la Luna está inclinada con respecto a la de la Tierra-Sol (eclíptica). 
A diferencia de los eclipses solares, los eclipses lunares son visibles desde cualquier lugar del mundo, una vez que la Luna está sobre el horizonte en el momento del eclipse.
El 27 de julio de 2018 se producirá un eclipse total de Luna con el máximo centrado en el Océano Índico según datos proporcionados por la NASA. 
La fase de totalidad del Eclipse durará 1 hora y 42 minutos -el más largo del siglo XXI- comenzado a las 19:30 horas UT (UT son las siglas en inglés de Tiempo Universal; debemos sumar una hora más en Canarias y dos en la Europa continental) y finalizando a las 21:13 horas UT. 
La Luna empezará a eclipsarse -entrada en la sombra terrestre- a las 18:24 horas UT. Desde el África oriental podrá observarse el eclipse en su totalidad. 
Desde la Europa Occidental (España, Portugal, Reino Unido, Francia o Italia) solo podrá observarse la segunda parte del eclipse con la Luna amaneciendo en el horizonte este.
Durante la totalidad, los espectadores podrán comprobar que la Luna no desaparece de la vista sino adquiere una tonalidad rojiza. 
La atmósfera de la Tierra, que se extiende unos 80 km más allá del diámetro de nuestro planeta, actúa como una lente que desvía la luz del Sol. 
 Al tiempo, filtra eficazmente sus componentes azules y deja pasar solo la luz roja que será reflejada por el satélite. 
Así, la Luna adquiere el resplandor cobrizo tan característico.
“Después de dos años sin eclipses totales de Luna en Europa el próximo 27 de julio podremos volver a presenciar la Luna roja. 
Deberemos esperar otros seis meses para repetir la experiencia, en enero de 2019", comenta Miquel Serra-Ricart, astrónomo del IAC.

jueves, 19 de julio de 2018

Tormenta de polvo en Marte

Pequeñas tormentas de polvo locales observadas en los últimos meses en Marte, que en estos momentos está experimentando una temporada particularmente intensa.

Europa / ciberpasquinero
La cámara estéreo de alta resolución a bordo de Mars Express de la ESA capturó en abril de este año la formación de este impresionante frente de nubes de polvo, visibles en la mitad derecha de la imagen, cerca del casquete septentrional marciano.
Se trata de una de las pequeñas tormentas de polvo locales observadas en los últimos meses en Marte, que en estos momentos está experimentando una temporada particularmente intensa. 
A finales de mayo se produjo otra mucho mayor en el sureste que, en pocas semanas, acabó convirtiéndose en una tormenta de polvo global, extendida por todo el planeta.
La intensidad de este último evento hizo que apenas llegase luz del Sol a la superficie del Planeta Rojo, una situación extrema que ha impedido al róver Opportunity de la NASA recargar sus baterías y entrar en contacto con la Tierra: tras 15 años de operaciones, permanece en modo de hibernación desde mediados de junio.
Durante el verano austral marciano, cuando el planeta se encuentra más cerca del Sol a lo largo de su órbita elíptica, son comunes las tormentas de polvo. 
La mayor iluminación solar provoca fuertes contrastes de temperatura, lo que se traduce en movimientos de aire que levantan con facilidad las partículas de polvo de la superficie, algunas de las cuales miden hasta 0,01 mm.
Las tormentas de polvo marcianas son impresionantes, tanto visualmente, como vemos en esta imagen, como en términos de intensidad y duración de los eventos globales, aunque en general son más débiles que los huracanes terrestres. 
Marte tiene una presión atmosférica mucho menor (de menos de una centésima parte de la presión atmosférica en la superficie terrestre) y las tormentas marcianas presentan vientos con menos de la mitad de velocidad que los vientos huracanados de la Tierra.
Cinco orbitadores de la ESA y la NASA están monitorizando la actual tormenta, mientras que el robot Curiosity de la NASA ha estado observándola gracias a su batería de energía nuclear. 
Comprender mejor cómo se forman y evolucionan las tormentas globales será fundamental para las futuras misiones a Marte alimentadas por energía solar.
Esta imagen en color se ha creado con datos del canal de nadir, el campo de visión perpendicular a la superficie de Marte, y los canales de color de la cámara estéreo de alta resolución. 
La resolución topográfica es de unos 16 m/píxel y las imágenes están centradas a unos 78° N, 106° E.


Dato
Mars Express también está equipada con la cámara de seguimiento visual (VMC), que capta imágenes diarias del Planeta Rojo.

ESA:


miércoles, 18 de julio de 2018

12 nuevas lunas girando alrededor de Júpiter

Uno de los satélites, bautizado Valetudo, se mueve como un kamikaze contra el resto de cuerpos.


Europa / ciberpasquinero

Poco más de cuatro siglos después de que el científico italiano Galileo Galilei descubriera las cuatro primeras lunas de Júpiter, un equipo de astrónomos estadounidenses anuncia hoy el hallazgo de otros doce satélites girando alrededor del mayor planeta del sistema solar.
Con las nuevas incorporaciones, Júpiter pasa a tener 79 lunas conocidas, más que cualquier otro planeta de nuestro vecindario.
"Hemos utilizado una cámara mejor que cualquier otra empleada antes. Esto nos ha permitido obtener imágenes más profundas y encontrar lunas más pequeñas", explica el astrónomo Scott Sheppard, principal responsable del descubrimiento.
Los nuevos satélites miden menos de tres kilómetros cada uno y son muy poco luminosos.
Dos de ellos son más interiores y giran en el mismo sentido que la rotación de Júpiter.
Otros nueve son exteriores y se mueven en la dirección opuesta.
Y el duodécimo, de menos de un kilómetro, mezcla los dos tipos, con una órbita nunca vista en los satélites jovianos.
Avanza en la dirección de las lunas interiores, pero al nivel de las exteriores, como un kamikaze.
Es "un bicho raro", en palabras de Sheppard, investigador del Instituto Carnegie, en Washington.
Según el astrónomo, esta situación inestable podría acabar con una colisión frontal que "reduciría los objetos a polvo".
A su juicio, esta bala perdida del espacio se pudo formar precisamente tras un choque de este tipo.
Los autores del hallazgo han propuesto bautizar a este peculiar satélite con el nombre de Valetudo, como la bisnieta del dios Júpiter según la mitología romana.


martes, 17 de julio de 2018

Estudian fuente de neutrinos de alta energía

Europa /ciberpasquinero


Un blazar dispara neutrinos y rayos gamma hacia la Tierra
13 julio 2018Un equipo internacional de científicos ha hallado los primeros indicios de una fuente de neutrinos de alta energía: una violenta galaxia activa, o blazar, a cuatro mil millones de años luz de la Tierra. Tras la detección por parte del observatorio de neutrinos IceCube el 22 de septiembre de 2017, el satélite INTEGRAL de la ESA se ha sumado a una colaboración de observatorios espaciales y terrestres que han seguido la fuente, lo que augura un futuro prometedor para la astronomía de multi-mensajeros.

Los neutrinos son partículas ‘fantasma’, casi carentes de masa [1], que viajan sin apenas obstáculos por el espacio prácticamente a la velocidad de la luz. A pesar de ser unas de las partículas más abundantes del Universo (cien billones pasan a través de nuestros cuerpos cada segundo), estas partículas subatómicas y eléctricamente neutras son dificilísimas de detectar, ya que muy raramente interactúan con la materia. 
Mientras que los neutrinos primordiales se crearon durante el Big Bang, parte de estas esquivas partículas se producen de forma habitual mediante reacciones nucleares en el cosmos. La mayoría de los neutrinos que llegan a la Tierra proceden del Sol, pero se cree que aquellos que nos alcanzan con mayor energía vienen de las mismas fuentes que los rayos cósmicos, partículas altamente energéticas originadas en fuentes exóticas fuera del Sistema Solar. 
A diferencia de los neutrinos, los rayos cósmicos son partículas cargadas, por lo que su trayectoria se curva hasta por los campos magnéticos más débiles. En cambio, la carga neutra de los neutrinos hace que no se vean afectados por los campos magnéticos y, al atravesar la materia casi en su totalidad, pueden servir para trazar una línea recta hasta su fuente. 
Los neutrinos actúan así a modo de ‘mensajeros’, trayéndonos directamente información astronómica desde los rincones más remotos del Universo. En las últimas décadas se han construido instrumentos, tanto terrestres como espaciales, para descifrar sus mensajes, aunque detectar estas partículas no es tarea fácil. Concretamente, la fuente de neutrinos de alta energía ha permanecido hasta ahora sin demostrarse. 
El 22 de septiembre de 2017, uno de estos neutrinos de alta energía llegó al observatorio IceCube [2], situado en el polo sur. El evento recibió el nombre de IceCube-170922A. 
IceCube, que comprende un kilómetro cúbico de hielo prístino a gran profundidad, detecta neutrinos por medio de sus partículas secundarias, los muones. Estos muones se producen en las escasas ocasiones en que un neutrino interactúa con materia cerca del detector y crea rutas kilométricas a través de las capas de hielo antártico. La longitud de estos recorridos permite definir adecuadamente su posición, lo que posibilita la identificación en el firmamento de la fuente del neutrino progenitor. 
Durante el evento del 22 de septiembre, un muon dejó 22 TeV de energía a su paso por el detector de IceCube. A partir de ahí, los científicos calcularon que la energía del neutrino progenitor era de unos 290 TeV, lo que suponía un 50 % de probabilidad de origen astrofísico más allá del Sistema Solar.


ESA

lunes, 16 de julio de 2018

La extraña pareja de gemelos que se acercó a la Tierra

Lo que parecía un gran asteroide son en realidad dos del mismo tamaño, oscuros como el carbón, que giran entre sí cada 24 horas.

Nuevas observaciones de tres de los radiotelescopios más grandes del mundo han revelado que un asteroide descubierto el año pasado son en realidad dos objetos, cada uno de aproximadamente 900 metros de longitud, que orbitan entre sí.
El asteroide cercano a la tierra 2017 YE5 fue descubierto con las observaciones proporcionadas por el Estudio del cielo de Marruecos Oukaimeden el 21 de diciembre de 2017, pero no se han conocido detalles sobre sus propiedades físicas hasta finales del pasado junio. Este es solo el cuarto asteroide binario de "igual masa" cercano a la Tierra jamás detectado, que consta de dos objetos de tamaño casi idéntico que orbitan entre sí. Las nuevas observaciones proporcionan las imágenes más detalladas jamás obtenidas de este tipo de asteroides binarios, según explica en un comunicado el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA.
El 21 de junio, el asteroide 2017 YE5 hizo la que será su visita más cercana a la Tierra durante al menos los siguientes 170 años, llegando a 6 millones de kilómetros de nuestro planeta, alrededor de 16 veces la distancia que nos separa de la Luna. El 21 y 22 de junio, las observaciones del radar Goldstone de la NASA en California mostraron las primeras señales de que 2017 YE5 podría ser un sistema binario. Las observaciones revelaron dos lóbulos distintos, pero la orientación del asteroide fue tal que los científicos no pudieron ver si los dos cuerpos estaban separados o unidos. Finalmente, los dos objetos giraron para exponer el espacio entre ellos.
Los científicos del Observatorio de Arecibo en Puerto Rico y los del Green Bank en Virginia Occidental se unieron al estudio del asteroide y pudieron confirmar que en realidad se trataba de dos objetos separados. Para el 26 de junio, tanto Goldstone como Arecibo habían confirmado independientemente su naturaleza binaria.
COMO EL CARBÓN
Las nuevas observaciones indican que los dos objetos giran uno alrededor del otro una vez cada 20 a 24 horas. Además, son más grandes de lo que en un principio sugería su brillo óptico, lo que indica que las dos rocas no reflejan tanta luz solar como un asteroide rocoso típico. 2017 YE5 es probablemente tan oscuro como el carbón. Las imágenes de Goldstone tomadas el 21 de junio también muestran una notable diferencia en la reflectividad entre los dos objetos, un fenómeno no visto anteriormente entre los otros más de 50 sistemas de asteroides binarios estudiados por radar desde el año 2000. (Sin embargo, la mayoría de esos asteroides binarios consisten en un objeto grande y un satélite mucho más pequeño.) Las diferencias de reflectividad también aparecen en las imágenes de Arecibo y sugieren que los dos objetos pueden tener diferentes densidades, composiciones cerca de sus superficies o diferentes rugosidades superficiales.
Los científicos estiman que entre los asteroides cercanos a la Tierra con un tamaño superior a los 200 metros, aproximadamente el 15% son binarios con un objeto más grande y un satélite mucho más pequeño. Los binarios de igual masa como 2017 YE5 son mucho más raros. Se cree que los binarios de contacto, en los que dos objetos de tamaño similar están en contacto, representan otro 15%


madrimasd

Mosaico estrellado

El Universo y sus ciudadanos



 

 





Un colorido paisaje celeste

En estas nuevas observaciones del Very Large Telescope de ESO, puede verse el cúmulo estelar RCW 38 en todo su esplendor.

Chile, ESO / ciberpasquinero

Esta imagen muestra el cúmulo estelar RCW 38, captado por el instrumento infrarrojo HAWK-I, instalado en el VLT (Very Large Telescope) de ESO, en Chile. Observando en longitudes de onda infrarrojas, HAWK-I puede examinar cúmulos de estrellas ocultas en polvo como RCW 38, proporcionando una visión sin precedentes de las estrellas que se están formando dentro. Este cúmulo contiene cientos de estrellas jóvenes, calientes y masivas, y se encuentra unos 5500 años luz de distancia, en la constelación de Vela.
La zona central de RCW 38 aparece aquí como una región brillante, teñida de azul, una zona habitada por numerosas estrellas muy jóvenes y protoestrellas que están todavía en proceso de formación. La intensa radiación que emiten estas estrellas recién nacidas hace que el gas circundante brille intensamente. Esto contrasta con las corrientes de  polvo cósmico, más frío, que atraviesan la región, y que brillan suavemente en tonos oscuros de rojo y naranja. El contraste crea esta escena espectacular, una obra de arte celeste.
Hay imágenes anteriores de esta región, obtenidas en longitudes de onda del rango visible, que son notablemente diferentes: las imágenes ópticas aparecen más vacías de estrellas debido a que el polvo y el gas bloquean nuestra visión del cúmulo. Sin embargo, las observaciones en el infrarrojo nos permiten mirar a través del polvo que oscurece la vista en el óptico, permitiendo que nos adentremos en el corazón de este cúmulo de estrellas.
HAWK-I, instalado en Unidad de Telescopio 4 (Yepun) del VLT, opera en longitudes de onda del infrarrojo cercano. Tiene muchas funciones científicas, incluyendo la obtención de imágenes de galaxias cercanas o de grandes nebulosas, así como de estrellas individuales y exoplanetas. GRAAL es un módulo de óptica adaptativa que ayuda a que HAWK-I produzca estas espectaculares imágenes. Hace uso de cuatro rayos láser, proyectados en el cielo nocturno, que actúan como estrellas artificiales de referencia y que se utilizan para corregir los efectos de turbulencia atmosférica, proporcionando una imagen más nítida.
Esta imagen fue captada como parte de una serie de observaciones de prueba -un proceso conocido como verificación científica- de HAWK-I y GRAAL. Estas pruebas son una parte integral de la puesta en marcha de un nuevo instrumento en el VLT e incluyen un conjunto de observaciones científicas típicas que comprueban y demuestran las capacidades del nuevo instrumento.